WASHINGTON, 12 oct (Xinhua) — La decisión de la Unión Europea de imponer aranceles de hasta el 45 por ciento a los vehículos eléctricos chinos es “un paso en falso que hay que esperar que dé lugar a una negociación mutuamente beneficiosa, no que inicie una guerra comercial que deje a ambas partes en peor situación”, afirma un artículo de opinión de Bloomberg. La política de vehículos eléctricos de la UE podría resultar contraproducente, socavando sus propios objetivos de descarbonización, reduciendo la presión competitiva sobre las empresas nacionales y sofocando la innovación y la productividad, advirtió el artículo publicado el viernes. Según la nota, los aranceles podrían alimentar los pedidos de más barreras comerciales y ayuda estatal, impulsando “una política industrial que ya está fracasando”. Tales herramientas se están utilizando en exceso, lo que socava el compromiso de la UE con el libre comercio, dijo el artículo, señalando que otras investigaciones están en marcha, como es el caso de los proveedores de turbinas eólicas y las contrataciones públicas chinas. Aunque los partidarios afirman que los aranceles empujarán a los fabricantes de automóviles chinos a construir capacidad en Europa, Bloomberg señaló que llevará tiempo que China construya redes de distribución y servicio en Europa. A pesar del aumento de las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China desde 2020, las marcas chinas solo representan alrededor del ocho por ciento de las nuevas ventas de vehículos eléctricos de batería. Mientras tanto, los fabricantes de automóviles europeos aún necesitan acceder al floreciente mercado chino. Los altos costos, la lentitud de la innovación, los desafíos regulatorios y los mercados de capital fragmentados pesan mucho sobre los fabricantes de automóviles europeos, añadió Bloomberg. Fin