ESPECIAL: China y Brasil, de cara a un siguiente medio siglo dorado

(240313) -- MANAOS, 13 marzo, 2024 (Xinhua) -- Imagen del 12 de marzo de 2024 de trabajadores operando en la línea de producción de la fábrica de baterías de BYD, en Manaos, capital del estado de Amazonas, Brasil. BYD Brasil se fundó en 2014. Además de comercializar carretillas elevadoras, camiones, furgonetas y vehículos de pasajeros eléctricos cero emisiones en el mercado brasileño, la empresa ha instalado la fábrica de chasis de autobuses eléctricos y la fábrica de paneles solares ubicadas en Campinas, así como la fábrica de baterías ubicada en Manaos para satisfacer las demandas del mercado local. La fábrica de baterías de Manaos se centra en el ensamblaje de paquetes de baterías de fosfato de hierro y litio (LiFePO4), proporcionando nueva energía confiable para autobuses eléctricos a nivel nacional en Brasil. (Xinhua/Wang Tiancong) (ah) (ra) (ce)

Por Zhu Wanjun RÍO DE JANEIRO, 18 nov (Xinhua) — Este año marca el 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Brasil, los países en desarrollo más grandes de los hemisferios oriental y occidental, respectivamente, y ambos importantes mercados emergentes del mundo. A lo largo del medio siglo transcurrido, los dos países se han respetado mutuamente y han mantenido un trato igualitario entre sí. Son economías altamente complementarias y comparten posiciones similares sobre transcendentales cuestiones internacionales, lo que constituye una base para la profundización de la confianza política y la cooperación bilateral en diversos campos. CONFIANZA POLÍTICA SÓLIDA En abril de 2023, unos 100 días después del comienzo de su tercer mandato, Lula realizó su primera visita de Estado durante su mandato actual a un país fuera del continente americano. Esta visita “demuestra el afecto de Brasil a China y la alta importancia que asigna a los lazos binacionales”, enfatizó Lula durante su visita. Brasil fue el primer país en desarrollo en iniciar una asociación estratégica con China, en 1993, y el primer país latinoamericano en forjar una asociación estratégica integral con el país asiático, en 2012, lo que demuestra la voluntad de ambas naciones de desarrollar un diálogo cada vez más profundo. Hace justamente 20 años, en 2004, se creó la Comisión Sino-Brasileña de Alto Nivel de Concertación y Cooperación (COSBAN), que celebró su 7ª sesión plenaria el pasado mes de junio. Integrado por 11 subcomisiones, el mecanismo de diálogo político de alto nivel ha desempeñado un papel fundamental para coordinar la cooperación bilateral en áreas clave. Como participante y promotor de la integración regional, Brasil realizó una contribución constructiva al desarrollo continuo de las relaciones de América Latina con China. Fue en la capital brasileña de Brasilia donde en 2014 se realizó el histórico primer encuentro entre los líderes de China y América Latina y el Caribe, y donde se materializó la inauguración oficial del Foro China-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), impulsando la cooperación entre China y la región en general. A nivel internacional, China y Brasil mantienen una estrecha comunicación sobre gobernanza global, desarrollo sostenible y seguridad de la información, entre otros asuntos, y fortalecen una colaboración estratégica en organizaciones internacionales y mecanismos multilaterales, con el fin de promover la unidad y la cooperación entre los países en desarrollo por la paz y estabilidad del mundo. En mayo de este año, los dos países presentaron conjuntamente un consenso de seis puntos sobre la solución política a la crisis de Ucrania, que hasta la actualidad ha recibido el apoyo de más de 110 países. La asociación estratégica integral entre Brasil y China es clave para abordar los desafíos globales y promover un desarrollo sostenible e inclusivo; y la creciente influencia de los lazos Brasil-China refuerza el papel crucial que ambos países desempeñan en la escena internacional, comentó Fausto Pinato, legislador brasileño y presidente del Frente Parlamentario Brasil-China. FRUCTÍFERA COOPERACIÓN PRÁCTICA El Programa de Satélites de Recursos Terrestres China-Brasil (CBERS, por sus siglas en inglés), iniciado en 1988 y desarrollado por los dos países a través de sus agencias espaciales nacionales, han desarrollado seis satélites hasta la fecha. Considerados un ejemplo de cooperación Sur-Sur en materia de alta tecnología, los satélites CBERS, de percepción remota, uso no militar y diseñados específicamente para la observación de la Tierra, han sido utilizados en el monitoreo ambiental, la observación meteorológica y la elaboración de mapas, entre otras tareas, y han permitido a ambos países vigilar y gestionar sus recursos naturales. “La cooperación espacial entre China y Brasil en el Programa CBERS es un hito significativo, que contribuye a la autonomía tecnológica y científica de ambos países y representa el progreso técnico y la sinergia entre países emergentes”, afirmó el responsable del Programa CBERS del estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, Antonio Carlos de Oliveira Pereira Júnior. La cooperación económica y comercial es la piedra de lastre de las relaciones entre China y Brasil. Brasil es el mayor socio comercial de China en América Latina y China se ha mantenido como el mayor socio comercial de Brasil y su mayor mercado de exportación desde 2009. El volumen anual del comercio bilateral ha superado los 100.000 millones de dólares durante seis años consecutivos, alcanzando en 2023 los 181.530 millones de dólares, según las aduanas chinas; mientras que las ventas de Brasil a China sumaron 104.000 millones en 2023, superándose la suma de las exportaciones brasileñas a Estados Unidos y la Unión Europea, de acuerdo con la parte brasileña. Brasil es también el principal país objetivo para la inversión china en la región latinoamericana, que abarca una amplia gama de campos como petróleo y gas, energía eléctrica, agricultura, infraestructura, comunicaciones y tecnología. La termoeléctrica de Candiota III, las líneas de transmisión de ultra alta tensión para la central hidroeléctrica de Belo Monte y el gasoducto Gasene, entre otros proyectos desarrollados por empresas chinas, son testigos de la modernización de infraestructura e industria en Brasil. En 2023, las inversiones chinas en Brasil crecieron un 33 por ciento respecto al año anterior, hasta los 1.730 millones de dólares, según un estudio del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), que resaltó que la mayoría de esas inversiones están centradas en proyectos relacionados con energías verdes y coches eléctricos, alcanzando una participación del 72 por ciento y marcando nuevas tendencias. CRECIENTES INTERCAMBIOS AMISTOSOS Con motivo del 50º aniversario del establecimiento de lazos diplomáticos, se están llevando a cabo a lo largo del año una serie de coloridas actividades culturales como la Semana de Arte “China Hoy”, la exposición fotográfica “Cultura Ecológica de Qinghai” en Brasil, mientras que el XIV Festival Internacional de Cine de Beijing contó con Brasil como país invitado de honor con proyecciones de varias películas brasileñas para el público chino. Los vínculos amistosos entre China y Brasil se remontan a hace más de 200 años, cuando los primeros chinos llegaron a tierras brasileñas para cultivar té y enseñar su oficio. Hoy en día, en el Jardín Botánico de Río de Janeiro se conserva un histórico árbol de té chino, considerado como uno de los más antiguos en Brasil y el símbolo de la amistad entre los dos países. En los últimos años, la difusión de idioma y cultura entre China y Brasil se ha vuelto cada vez más activa. De acuerdo con la Embajada de China en Brasil, desde 2008, China vienen estableciendo 13 Institutos y Aulas Confucio en Brasil, siendo este el país con el mayor número de este tipo de centros de difusión del idioma y la cultura de China en América Latina. La medicina tradicional china ha ganado cada vez más popularidad en Brasil, que cuenta hoy en día con más de 200.000 practicantes en varias regiones según datos oficiales, y la acupuntura se ha incorporado al Sistema Único de Salud del país. Tanto Lula como Dilma Rousseff han recibido tratamientos de medicina tradicional china. Y Geraldo Alckmin, vicepresidente brasileño, mostró sus habilidades de acupuntura durante su visita a China en junio de este año. Además, los intercambios entre China y Brasil en educación, cultura, deportes, grupos de expertos, medios de comunicación y otros campos han mantenido un impulso dinámico, reuniendo fuerzas más amistosas para la cooperación entre los dos países. En los últimos años, Brasil se ha convertido en el mayor destino turístico de China en América Latina, y China en el segundo destino turístico más grande de Brasil en Asia. Con la reanudación de la ruta aérea Beijing-Madrid-Sao Paulo y la facilitación mutua en materia de visados, se espera fomentar aún más los intercambios económicos, culturales y de personal entre China y Brasil. Fin

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