Titulares de Xinhua: Visión de Xi sobre “pasto milagroso” chino juncao ayuda a erradicar la pobreza en el mundo
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Por Xu Zeyu BEIJING, 22 nov (Xinhua) — El nigeriano Lawandi Ibrahim Datti se llenó de un sano sentimiento de orgullo al presentar a sus colegas un centro de demostración sobre la tecnología agrícola china del juncao. Como estudiante de doctorado en la provincia oriental china de Fujian, donde dedicó más de una década al aprendizaje del juncao, Datti vio la oportunidad de cambiar el paisaje rural de su país, atrapado en un círculo vicioso de degradación de la tierra y pobreza. El juncao, conocido como un “pasto milagroso”, se escribe en idioma chino con dos caracteres que significan “hongo” y “hierba”. Los científicos chinos descubrieron que esta variedad de pasto era un sustituto económico y respetuoso con el medio ambiente de la madera como sustrato para cultivar hongos. “La tecnología de juncao ayuda a mi país en materia de seguridad alimentaria, alimentación animal y erradicación de la pobreza”, declaró Datti. “Es una buena iniciativa del presidente Xi Jinping”. APOYO DE XI A mediados de la década de 1980, cuando Xi Jinping empezó a trabajar en Fujian como funcionario del gobierno local, dedicó una energía considerable al desarrollo rural y la mitigación de la pobreza en la provincia. El floreciente negocio de las setas era entonces lucrativo en las zonas rurales de Fujian. Sin embargo, el éxito del cultivo de hongos amenazaba el futuro de la propia industria. La tala de árboles a gran escala por parte de los agricultores locales para obtener sustrato de hongos provocó la deforestación, lo que a su vez mermó los beneficios económicos. Una posible solución, descubrió Xi, podría encontrarse en la investigación que se estaba llevando a cabo en Fujian sobre un grupo de hierbas silvestres. La investigación estaba dirigida por Lin Zhanxi, científico agrícola de Fujian y nada menos que el inventor de la tecnología de juncao. Hace 34 años, Lin seleccionó especies de gramíneas para sustituir a la madera como sustrato para el cultivo de setas y así salvó vastas extensiones de bosque natural. Aunque el estudio de Lin había arrojado resultados preliminares, se sentía frustrado por la falta de financiación para un laboratorio de juncao designado para seguir avanzando tecnológicamente. Aferrándose al último resquicio de esperanza, el científico escribió una carta en 2001 para expresar la urgente necesidad de contar con el respaldo del Gobierno local. Su petición recibió la atención y el apoyo de Xi Jinping, entonces gobernador de la provincia de Fujian. “Gracias a la ayuda de Xi, pudimos construir el laboratorio científico de juncao, el primero de su clase en la provincia de Fujian, en el país y en el mundo”, afirmó Lin. “Solo entonces pudimos proseguir con nuestro trabajo”. Tras décadas de continuos experimentos, Lin ha desarrollado 45 variedades de juncao, que pueden utilizarse para cultivar 55 especies de setas. Lin y su equipo también han podido utilizar la hierba como forraje para el ganado, así como para la rehabilitación medioambiental y el desarrollo de nuevos materiales. IMPULSO A LA APLICACIÓN NACIONAL Apoyada por Xi, la tecnología de juncao se incluyó en 1997 en una iniciativa regional para ayudar a combatir la pobreza en la región autónoma de la etnia hui de Ningxia. En Xihaigu, de Ningxia, por entonces una tierra yerma y asolada por la pobreza en el noroeste de China, los primeros 27 agricultores que se unieron al programa de juncao duplicaron rápidamente sus ingresos. Diez años después, había 17.500 agricultores de juncao en toda la región, cada uno de los cuales añadía más de 700 dólares a sus ingresos anuales. “La iniciativa de Xi ofreció nuevas oportunidades a la industria de los hongos comestibles en Ningxia”, indicó Qi Dengrong, director del Parque de Demostración de Ciencia y Tecnología Agrícola Fujian-Ningxia, en el distrito de Pengyang, en Ningxia. “Y el auge de la industria de juncao ha puesto en marcha la economía circular agrícola local”. En las últimas dos décadas, la tecnología agrícola se ha promovido ampliamente en el país a través de los proyectos de mitigación de la pobreza en zonas como las regiones autónomas de Xinjiang, Xizang y Ningxia. Hasta ahora, más de 500 distritos de toda China han participado en la plantación de juncao. La hierba redujo significativamente los costes agrícolas y la tala anual de árboles en 20 millones de metros cúbicos en el país. Al igual que ha revitalizado la vida de millones de agricultores, este pasto ha transformado paisajes antaño desolados. En el desierto de Ulan Buh, que ha ido invadiendo el curso superior del río Amarillo, un experimento piloto demostró que la tenaz hierba podía sobrevivir en el árido terreno y convirtió las dunas de arena en oasis. PLANTAR SEMILLAS DE ESPERANZA EN TODO EL MUNDO “Fui a la provincia de Fujian. Me reuní con mi entonces colega, el entonces gobernador Xi Jinping”, rememoró Peti Lafanama, ex gobernador de la provincia de las Tierras Altas Orientales de Papúa Nueva Guinea. “Creo que el presidente tiene corazón para la gente”. La reunión a la que se refería Lafanama tuvo lugar en 2000, cuando Xi ayudó a lanzar un proyecto piloto de juncao para mejorar la vida de los lugareños del empobrecido país. En noviembre de 2018, cuando Xi visitó este país como presidente chino, se preveía que el pasto sacara de la pobreza a 30.000 residentes locales en los próximos cinco años. Durante su visita, los dos países firmaron otro proyecto de ayuda con la tecnología del césped, un día antes de la reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, siglas en inglés), que tuvo lugar en Papúa Nueva Guinea. Justo un año antes de la visita de Xi, el rendimiento de la hierba en Papúa Nueva Guinea marcó un récord mundial de 854 toneladas por hectárea. La cosecha por hectárea puede alimentar a entre 400 y 500 ovejas o ayudar a cultivar 100 toneladas de setas frescas. Como forma asequible y accesible de estimular la industria agrícola, la tecnología de juncao se ha difundido ya en 106 países mediante programas de formación o demostraciones in situ. En una reunión sobre la tecnología de juncao celebrada en la sede de la ONU en 2019, la entonces presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa Garcés, dijo que la planta herbácea contribuye a la erradicación de la pobreza, la energía limpia, la igualdad de género y la preservación de la biodiversidad. “La tecnología de juncao es emblemática de la iniciativa china de la Franja y la Ruta”, agregó Espinosa y añadió que “apoya la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. Fin