Observatorio Económico: Apertura de puerto de Chancay acelera cooperación económica y comercial entre China y América Latina
Por Zhang Tuo BEIJING, 27 nov (Xinhua) — Arándanos peruanos, aguacates chilenos, carne de res brasileña, camarones ecuatorianos… La presencia de productos frescos latinoamericanos es cada vez más notoria en China, aunque la región se encuentra a miles de kilómetros. Uno de los principales motores del aumento de esta presencia en el mercado chino es la mayor eficiencia y comodidad que ofrecen los canales logísticos marítimos. En los últimos años, más rutas marítimas han sido abiertas entre China y América Latina. Por ejemplo, Tianjin, el puerto integral más grande del norte del país, entre diciembre de 2023 y mayo de este año inauguró tres nuevas rutas directas a la región, cubriendo así sus principales puertos. Gracias a estos canales logísticos marítimos, productos como frutas, carne y mariscos, amplían la riqueza y variedad de las mesas de los consumidores chinos. Al mismo tiempo, desde China se envían a América Latina productos químicos, vidrio, acero enrollado y automóviles, entre otros productos. Ahora, la reciente apertura del puerto peruano de Chancay y de la ruta directa de ida y vuelta entre este y Shanghai, que tuvo lugar este mes, está acelerando aún más la cooperación económica y comercial entre ambas partes y traerá novedades a sus consumidores. No solo se trata de un buen puerto de aguas profundas, sino también del primero inteligente y ecológico de Sudamérica. Antes de su apertura, no existía en Perú un puerto donde pudieran atracar grandes buques portacontenedores. En consecuencia, las mercancías despachadas desde Asia debían llegar a México, Panamá y otros destinos, para luego ser transportadas a Perú y otros países sudamericanos tras ser empaquetadas. Los costos de flete eran relativamente altos y se empleaba un tiempo más prolongado. Con la apertura de la ruta directa entre Chancay y Shanghai, el tiempo de envío entre los dos países se puede reducir a 23 días, ahorrando más del 20 por ciento de los costos logísticos, lo que mejorará en gran medida la conveniencia comercial. El puerto de Chancay ha construido cuatro atracaderos, de los cuales dos son para carga a granel, y los restantes para contenedores. El puerto puede alojar grandes buques portacontenedores con una capacidad de 18.000 unidades equivalentes a 20 pies (TEU, siglas en inglés). Según su diseño, el movimiento anual de contenedores puede llegar a 1 millón de TEU, y la capacidad anual de gestión de carga a granel puede alcanzar los 6 millones de toneladas. El puerto, que está conectado a la carretera Panamericana a través de un túnel, conduce directamente a la ciudad de Lima, capital de Perú. Las mercancías pueden transportarse fácilmente a Perú y otros países latinoamericanos. Con la apertura del puerto de Chancay, se transportarán arándanos, uvas y aguacates peruanos a China a través del puerto de Shanghai. En tanto, ingresarán a Perú vehículos de nueva energía, baterías de litio, celdas solares y otros productos provenientes de China. Para los agricultores peruanos, la apertura del puerto de Chancay es sin duda una buena oportunidad. Los productos agrícolas frescos pueden ser enviados en menor tiempo, lo que supone mayores ventajas para la exportación de productos locales, tanto en términos de costo como de calidad. Ubicada a más de 400 kilómetros al norte del puerto de Chancay, la ciudad costera de Trujillo, una de las principales zonas de cultivo de arándanos en Perú, se ha vuelto animada debido a la construcción del puerto. Federico Maggio, gerente de operaciones industriales de Camposol, un importante proveedor de frutas y verduras de Perú, señaló que las frutas de la empresa han ingresado al mercado chino desde 2009. Actualmente, alrededor del 20 por ciento de los arándanos de la zona de cultivo de Trujillo se exporta al mercado chino. En el pasado, el transporte de arándanos a China tardaba unos 45 días. “Con la puesta en funcionamiento de la primera fase del puerto de Chancay, este recorrido se acortará en al menos diez días”, afirmó el empresario peruano. Maggio indicó que la diferencia de tiempo de diez días permite enviar arándanos de alta calidad a China con mejor madurez y otorga la oportunidad de distribuirlos a más ciudades chinas. El empresario estimó que después de la apertura del puerto de Chancay, los arándanos peruanos se exportarán a China en mayor cantidad y con mejor calidad. Por este motivo, está planificada una ampliación del área de plantación de esta fruta para satisfacer la demanda del mercado chino. Al otro lado del pacífico, los arándanos peruanos han sido bien recibidos por los consumidores chinos. En la medida que el país asiático entra en la temporada de invierno, frutas como los arándanos y las cerezas provenientes del hemisferio sur aumentan su presencia en los mercados de China. La cadena china de supermercado 7FRESH, subordinada al gigante de comercio electrónico chino JD.com, acaba de adquirir en Perú un lote de arándanos para su venta en la temporada de invierno. “Los arándanos peruanos han sido especialmente populares en la tienda”, indicó Yan Peng, gerente adjunto de la sucursal K11 en Tianjin de 7FRESH. El puerto de Chancay es un vivo ejemplo de la cooperación pragmática entre China y América Latina, con economías altamente complementarias, aprovechando sus respectivas ventajas, beneficiando a los pueblos de ambas partes y logrando la prosperidad común. El país asiático se ha mantenido como el segundo socio comercial de la región desde el 2012. En 2023, el comercio de productos agrícolas entre China y América Latina alcanzó los 81.030 millones de dólares, el doble que diez años atrás. El puerto de Chancay, que brinda una nueva opción para el transporte marítimo por el Pacífico, abrirá una puerta para que toda la región latinoamericana sea incluida en la integración económica Asia-Pacífico. Además, el alcance del puerto se extiende mucho más allá de China y América Latina, los países a ambos lados del Pacífico pueden aprovechar esta ruta marítima para facilitar el comercio global, lo que supone más vitalidad para la economía mundial y más beneficios para todos. Fin