ESPECIAL: Carmenere, el vino embajador de Chile que se posiciona en China
Por Cristóbal Chávez Bravo SANTIAGO, 10 dic (Xinhua) — A 30 años de su redescubrimiento en Chile, el vino carmenere es una de las variedades que las empresas vitivinícolas posicionan como un embajador del país sudamericano en el mundo, con el foco puesto en el mercado chino. En 1994, en medio del auge de las viñas chilenas por exportar nuevas variedades, el ampelógrafo francés Jean-Michel Boursiquot identificó que unas vides (plantas) que llamaban merlot eran más bien carmenere, una antigua cepa de Burdeos, Francia, que se pensaba extinta tras ser infectada por la plaga filoxera a mediados del siglo XIX. A 30 años de este hallazgo, esta cepa tinta se ha transformado en uno de los íconos de la producción vinera de la nación austral con el foco puesto en lejanos mercados como el chino. “China es un mercado de gran relevancia para la industria vitivinícola chilena en general, y para Concha y Toro en particular”, explicó a Xinhua Marcio Ramírez, enólogo jefe de la bodega Cachapoal y de los vinos Carmín de Peumo y Terrunyo Carmenere, de Viña Concha y Toro, el mayor productor de vinos en América Latina. Ramírez subrayó que la viña lo considera dentro de sus mercados foco con la variedad carmenere producida por Concha y Toro como abanderado. “Actualmente, la viña comercializa sus vinos carmenere de los distintos segmentos a este mercado, estando presente con su línea premium ‘Casillero del Diablo’, con sus líneas super premium ‘Marques de Casa Cocha’ y ‘Gran Reserva'”, explicó. Asimismo, destacó a los vinos carmenere “Carmín de Peumo” y “Terrunyo”, este último con China como su primer mercado de exportación en cuanto a valor y volumen de ventas, indicó Ramírez. Ambos se producen en el Viñedo Peumo, a unos 130 kilómetros al sur de la capital chilena en medio del fértil Valle del Cachapoal, una zona con denominación de origen para la carmenere. Estas vides fueron plantadas originalmente en 1883 bajo la creencia de que era merlot tardío, y ha sido el centro de trabajo con carmenere durante más de 100 años, “mucho antes de su redescubrimiento en la década de 1990”, detallaron desde Concha y Toro. Para Marcio Ramírez, Carmín de Peumo es un “claro ejemplo” de cómo la carmenere puede producir vinos de alta gama que no solo compiten, sino que destacan en el escenario global, como China. “Carmenere se ha transformado en un embajador de Chile, pues es la variedad que nos identifica y la hemos tomado desde hace tanto tiempo en Chile”, abundó el enólogo. Profundizó que es un embajador del país sudamericano en el mundo porque “prácticamente solo se encuentra en Chile en amplias extensiones de terreno y somos los únicos productores de carmenere en un volumen relevante”. “A nosotros los chilenos nos gusta el carmenere, prácticamente todos lo bebemos, sobre todo ahora porque hacemos carmenere de mejor calidad que antes. Hacia afuera de Chile, creo que tenemos una muy linda oportunidad con el carmenere, para lograr que guste cada vez más allá de nuestras fronteras y avanzar así en su universalización”, aseveró. Según cifras de la compañía, el “holding” Concha y Toro vendió, tanto en Chile como en el extranjero, 675.718 millones de pesos chilenos (unos 695 millones de dólares) de enero a septiembre de este año, un alza de 16,9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En la actualidad, carmenere es la cuarta variedad tinta más plantada en Chile con unas 10.200 hectáreas, según los últimos datos del Servicio Agrícola y Ganadero chileno, una cifra que representa el 96 por ciento de las plantaciones mundiales de carmenere. De enero a octubre de este año, Chile ha exportado casi 15 millones de litros de carmenere, la quinta variedad chilena más enviada al mundo, según datos del Ministerio de Agricultura del país. Fin