LA HABANA, 29 dic (Xinhua) — El Gobierno cubano espera reimpulsar en 2025 a la industria turística, ahora en decrecimiento, después de ser considerada por años como la “locomotora” de la economía nacional. Para el año venidero, las autoridades se proponen recibir a 2,6 millones de visitantes, una aspiración ligeramente superior a los resultados del año que termina. Cuba cerrará 2024 con unos 2,2 millones de visitantes internacionales, de acuerdo con la información ofrecida al parlamento hace unas semanas por el ministro de Turismo, Juan Carlos García. Esa cifra, la primera disminución desde la pandemia de la COVID-19, significa una caída en los planes de recibir 2,7 millones de visitantes, propuesta calculada antes a la baja, pues la pretensión original eran 3,1 millones. De acuerdo con las estadísticas oficiales, Cuba recibió 2,4 millones de visitantes internacionales en 2023 y 1,6 millones en 2022, cifras todavía muy lejos de los 4,6 millones de 2018 y los 4,2 millones del año siguiente. El sector turístico no pudo escapar en el año que concluye a los efectos de la aguda crisis que vive el país con escasez de productos básicos, como combustibles, alimentos y medicinas; una severa inflación y constantes y prolongados cortes de electricidad. La crisis tiene raíces en el recrudecimiento del bloqueo que desde hace más de medio siglo Estados Unidos aplica contra el país caribeño, los efectos de la pandemia de la COVID-19, el complicado entorno económico internacional y viejos problemas estructurales de la economía cubana. A esos factores negativos se unieron este año el impacto de dos huracanes, uno en el oriente y otro en el occidente del país, y la ocurrencia en el extremo este de tres terremotos, fenómenos naturales que obligaron a utilizar los magros recursos de la nación en la asistencia de los damnificados. En los resultados del sector han influido igualmente los elevados precios de los combustibles, así como las fluctuaciones de la fuerza laboral y la cancelación de operaciones aéreas. De acuerdo con el ministro de Turismo, a esto se debe agregar la falta de financiamiento, de aseguramientos y de insumos, tres aspectos sobre los que incide “también una gran campaña mediática contra la industria turística cubana”. García explicó la necesidad de perfeccionar un esquema cerrado de financiamiento y de garantizar el cumplimiento de los estándares en todo el sistema turístico del país. “Esto es esencial para la recuperación del sector. Debemos presentar un producto turístico digno, que estimule la demanda”, afirmó. En el año que termina, casi todos los principales países emisores de turistas, salvo Rusia y México, experimentaron una disminución en el número de visitantes, entre ellos España y Canadá, país este último con gran presencia en los planes cubanos. Entre las estrategias que deben dar nuevos frutos en 2025 está el mantenimiento de la exención de visados para los turistas chinos que viajen a Cuba, así como la reanudación de vuelos directos entre La Habana y Beijing. China será el país invitado de honor a la próxima Feria Internacional del Turismo (FITCuba), cuya edición 43 sesionará en La Habana, a inicios de mayo venidero, según anunció el ministro García. A juicio de José Luis Perelló, uno de los principales expertos cubanos en turismo, esa decisión abre una “magnífica” oportunidad para estrechar las relaciones turísticas entre Cuba y China. Para el año entrante, La Habana también buscará reflotar el turismo proveniente de Canadá, aprovechando que en 2025 se cumplirán 80 años de las relaciones entre esa nación y Cuba. También las autoridades del sector mantendrán una fuerte apuesta por el mercado ruso a partir de los lazos que mantienen ambos países. El número de turistas rusos que visitan Cuba ha crecido de manera firme en los últimos meses, sobre todo por la decisión de la petrolera Rosneft de mantener el envío de sus trabajadores al balneario de Varadero, en la modalidad de turismo de salud. “Rusia se planteó el objetivo de mantener el turismo a Cuba a un nivel de alrededor de 200.000 viajeros”, dijo en Moscú el director del departamento de cooperación económica multilateral del Ministerio de Desarrollo Económico de ese país, Nikita Kondrátiev. No obstante, Perelló advirtió que con la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump, el escenario puede ser más complejo para Cuba. Para el Gobierno cubano el sector turístico constituye un punto fundamental por el peso que tiene en el Producto Interno Bruto y en el aporte en divisas, que queda solo por detrás de la exportación de servicios profesionales. Fin