Brasil afirma que países del G20 tiene responsabilidad de liderar respuesta a crisis ambientales
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RÍO DE JANEIRO, 3 oct (Xinhua) — El Gobierno de Brasil, que preside temporalmente el Grupo de los 20 (G20), afirmó hoy que los países que integran el bloque tienen la responsabilidad de liderar la respuesta a la emergencia climática y a otras crisis ambientales, como la pérdida de biodiversidad, la desertificación y el aumento de la contaminación. En una reunión ministerial del Grupo de Trabajo sobre Sostenibilidad Medioambiental y Climática del G20 en Río de Janeiro, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, destacó la importancia del bloque, formado por las 19 mayores economías del mundo, además de la Unión Europea y la Unión Africana, en la lucha contra el cambio climático. “Los países del G20 tienen una gran responsabilidad y la oportunidad de marcar la diferencia. Juntos, representan más del 80 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, el 80 por ciento de la población mundial, así como aproximadamente el 80 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por eso deben ayudar a liderar la lucha contra la crisis climática, además de las otras crisis ambientales en curso”, declaró Marina Silva. La reunión de este jueves estuvo precedida por debates técnicos efectuados el martes y miércoles, guiados por cuatro temas: la adaptación al cambio climático, los océanos, el pago por servicios ambientales y la economía circular y los residuos sólidos. Además de una declaración ministerial, el Grupo de Trabajo, coordinado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Cancillería brasileña, elaborará cuatro cuadernos técnicos centrados en los temas debatidos. Los documentos pretenden servir de base a los jefes de Gobierno del G20, que se reunirán en Río de Janeiro en noviembre, y matizar el debate internacional sobre las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad ambiental y climática. “Destacaría la forma transversal en que Brasil ha tratado de abordar la agenda ambiental y climática durante su presidencia. La cuestión de la lucha contra el cambio climático, por ejemplo, se debatió en más de 12 grupos de trabajo, desde la Alianza Mundial contra el Hambre y la Reducción de la Pobreza hasta los grupos técnicos sobre infraestructuras y prevención de catástrofes”, afirmó la ministra anfitriona. Marina Silva hizo hincapié en la necesidad de una acción urgente y colectiva para combatir el cambio climático y la degradación del medio ambiente, que ya se deja sentir en todo el mundo. “Brasil se enfrentó en 2024 a una inundación histórica en la región sur, que afectó directamente a 2,1 millones de personas. Al mismo tiempo, en las demás regiones de nuestro país nos enfrentamos a la situación opuesta de una intensa sequía que afecta a nuestra producción agrícola y pone en alerta nuestro sistema de producción de energía hidroeléctrica. En los biomas de la Amazonia, el Cerrado y el Pantanal, la sequía sin precedentes está aislando comunidades y pueblos y provocando incendios de enormes proporciones”, alertó. El grupo de trabajo acordó recomendaciones políticas para hacer frente a varios de los retos relacionados con los ejes debatidos, subrayó la ministra. Entre ellos, el grupo debatió las respuestas a los impactos del cambio climático, que afectan de forma desproporcionada a las poblaciones más vulnerables. “Propusimos cómo abordar la emergencia climática puede integrarse en las estrategias de desarrollo y financiación, tanto públicas como privadas. Definimos estrategias de apoyo a las políticas nacionales de adaptación y de transición justa”, declaró Marina Silva. Los países apoyaron la integración de las acciones basadas en los océanos en los objetivos climáticos y en sus planes nacionales de adaptación y mitigación, dijo Silva, al tiempo que también defendieron la ratificación y aplicación del Acuerdo sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina, aprobado en 2023 por las Naciones Unidas. En cuanto al pago por los servicios medioambientales, el Grupo de Trabajo reconoció el potencial de preservación y valoración de los servicios de los ecosistemas y la importancia de movilizar recursos públicos y privados. También destacaron el papel de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales en la protección de los ecosistemas. “En el ámbito de los residuos sólidos y la economía circular, debatimos cómo mejorar el diseño y la aplicación de políticas específicas para promover a las mujeres, los recicladores, los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales. Reafirmamos la importancia de crear empleos de calidad, reducir la generación de residuos y la pérdida de alimentos, impulsando la transición hacia un modelo económico más justo, resiliente y sostenible”, añadió la ministra brasileña. Fin