Por René Quenallata Paredes LA PAZ, 3 oct (Xinhua) — Bolivia enfrenta un alarmante incremento de focos de calor, que superan los 42.000 y representan un grave riesgo de incendios, mientras la devastación ha alcanzado los 6,9 millones de hectáreas de bosques y pastizales desde junio hasta la fecha, según el Gobierno y el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). A su parecer, este desastre ya se perfila como uno de los más severos de los últimos años, superando incluso el récord de 2023. Kenny Quisbert, pronosticador del Senamhi, informó a la prensa que “el último reporte, emitido el 2 de octubre, registró 42.094 focos de calor, de los cuales cerca de 30.000 se encuentran en el departamento de Santa Cruz (este), epicentro del desastre natural”. Quisbert detalló que Santa Cruz concentra aproximadamente el 68 por ciento de los focos de calor en el país, con un total de 28.900 puntos críticos, mientras que en Beni (noreste) se registran alrededor de 11.000 focos, y el resto se distribuye en otros departamentos. Aunque se han registrado algunas lluvias leves y aisladas, debido a un frente frío que se prevé se extenderá hasta este fin de semana, Quisbert advirtió que este alivio es temporal, pues se pronostica una subida fuerte de las temperaturas por el cambio de estación. Asimismo, el Senamhi emitió hoy una alerta de prioridad naranja ante un aumento de la sensación térmica en siete de los nueve departamentos bolivianos. “Las temperaturas oscilarán entre los 36 y 41 grados Celsius, con vigencia desde el 5 hasta el 8 de octubre”, agregó Quisbert. El Sistema Integrado de Monitoreo de Bosques (SIMB), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, reportó que la mayoría de los focos de calor se encuentran en zonas agrícolas y ganaderas, donde las quemas no controladas han provocado incendios forestales destructores. En Bolivia, la práctica tradicional del “chaqueo”, la quema de pastizales y bosques para la preparación de la tierra para la siembra, ha contribuido a la rápida expansión de los incendios, especialmente en épocas de sequía. Los incendios comenzaron el 2 de junio y, en cuatro meses, han consumido 6,9 millones de hectáreas, de las cuales 4,6 millones corresponden a bosques y 2,3 millones a pastizales, según el ministro de Medio Ambiente y Aguas, Alan Lisperguer. El presidente de Bolivia, Luis Arce, emitió el lunes un decreto, declarando el estado de desastre nacional en vista de los incendios que no pueden ser controlados. Esta declaración permite al país sudamericano solicitar asistencia internacional, una medida ansiada por diversos sectores que observan con preocupación los devastadores efectos sobre la economía y el medio ambiente. Fin
