SANTIAGO, 12 oct (Xinhua) — Los productores chilenos de bienes y servicios buscan nuevas oportunidades en el mercado chino en las ciudades menos exploradas del país asiático, con especial atención a regiones y localidades del interior hasta ahora poco usuales para el intercambio bilateral, afirmaron especialistas chilenos en comercio internacional. Expertos en el mercado asiático participaron esta semana en un seminario virtual organizado por la Fundación Chilena del Pacífico, en el que abordaron las dinámicas tendencias de consumo en China y las condiciones regulatorias para la inversión de cualquier tamaño en esa nación. “Existe un potencial de las ciudades menos exploradas, se espera que su consumo se triplique para 2030”, por ello, hay que tener en cuenta “estrategias de segmentación para aprovechar esta clasificación que permite a las empresas chilenas adaptar su oferta de acuerdo con las características propias de cada ciudad”, explicó la jefa de la División Asia y Oceanía de ProChile, Natalia Cortés, en su intervención. La representante de Prochile dijo que la política económica impulsada por el Gobierno chino “es para Chile una gran oportunidad, porque este desarrollo va a seguir ocurriendo hacia el interior, donde hoy día tenemos puestos nuestros ojos y esfuerzos”. De acuerdo con Cortés, antes directora de la oficina comercial de la Embajada de Chile en China, China fue destino de alrededor de un 38 por ciento de las exportaciones chilenas, consolidándose como el principal socio comercial del país sudamericano desde 2010, lo que da cuenta de la “interrelación” que poseen ambos países. Según cifras de ProChile, agencia que promueve la oferta exportadora del país en el extranjero, los mayores sectores de exportación de bienes de Chile a China son la industria minera, industria forestal, productos agrícolas y vinos. En cuanto a los servicios, se ha registrado un incremento considerable en los rubros del transporte e investigación y desarrollo. Asimismo, indicaron los oradores, el consumidor chino ha evolucionado en la última década, en línea con una maduración del mercado, “lo que nos obliga a tener una oferta hacia China muy competitiva, con un relato sólido, y con disposición a competir con el resto del mundo que también tiene los ojos puestos en este interesante destino”, señaló Cortés. En esa línea, las empresas exportadoras chilenas poseen el desafío clave de mirar a China “como un continente”, con una diversidad de regiones y ciudades en términos de tamaño económico e ingreso de la población, las que se pueden clasificar en cuatro categorías, según la cantidad de habitantes y poder adquisitivo de los mismos. Por otra parte, el panelista asociado senior en Negocios Internacionales de Dezan Shira & Associates, que provee asesoría a compañías que quieran instalarse en Asia, Bruno Hernández, destacó aspectos como la urbanización, cambios en los hábitos de consumo, el avance del comercio electrónico y la digitalización, así como la preferencia de los consumidores por los productos de alta calidad “Comprender los diferentes niveles en China puede ayudar a las marcas a diseñar una estrategia comercial adecuada. No se puede ver a China como un solo mercado”, dijo. Al mismo tiempo, enumeró la importancia de considerar los factores que caracterizan a los grupos etarios de ese país, donde la Generación Y y la Generación X representan el 60 por ciento del sueldo disponible, mientras que la Generación Z se ha desarrollado como un segmento joven altamente educado y digitalizado, con familias dispuestas a “gastar más y disfrutar la vida”. Por su parte, el presidente del Consejo Empresarial Chile-China de la Sociedad de Fomento Fabril de Chile, que reúne a los gremios del sector industrial, Francisco Silva, valoró las posibilidades que ofrecen el rápido desarrollo de las industrias de tecnología, energías renovables y electromovilidad. “China lleva creciendo tantas décadas a tasas muy elevadas, y eso nos presenta oportunidad para exportadoras para seguir participando en esa economía. Las exportaciones chilenas reflejan el dinamismo del sector privado que produce una variedad de productos y servicios”, apuntó Silva. En este contexto, señaló que ambos países socios deben “abogar por la defensa del libre comercio y la apertura de los mercados”. “Esto debe ir acompañado de políticas públicas que entreguen un marco propicio para atraer inversiones, porque nosotros exportamos, pero si alguien quiere invertir en nuestro país para producir más, debemos darles las condiciones sin discriminar. Chile depende y va a crecer en la medida que tenga inversión extranjera”, sostuvo el dirigente gremial. Fin