ENFOQUE: Desafíos aguardan al presidente electo de EE. UU., Trump, en una nación profundamente dividida
NUEVA YORK, 7 nov (Xinhua) — El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, fue elegido el 47º presidente estadounidense, enfrentándose a importantes retos para “sanar” una nación profundamente dividida. En las primeras horas del miércoles, Trump obtuvo más de 270 votos del Colegio Electoral, derrotando a su oponente demócrata, la actual vicepresidenta Kamala Harris. Se convierte así en el segundo presidente de EE. UU. en ejercer mandatos no consecutivos después de Grover Cleveland, elegido en 1884 y 1892. Paralelamente a la carrera presidencial, el Partido Republicano recuperó el control del Senado tras arrebatar dos escaños al Partido Demócrata. Dirigiéndose a sus partidarios tras su victoria, Trump dijo que su equipo ayudará al país a “sanar”. “Tenemos un país que necesita ayuda, y necesita ayuda urgentemente”, enfatizó Trump en su discurso. Trump fue elegido por una nación profundamente dividida en temas como la inmigración y el aborto, y que aún lidia con el aumento más significativo de la inflación en cuatro décadas. Muchos medios de comunicación creen que el nuevo presidente tendrá que asumir una misión audaz para curar las heridas y superar la creciente desconfianza entre demócratas y republicanos, que ha llegado a ser tan extrema que la gente elige cada vez más dónde vivir en función de su afiliación política. La economía sigue siendo la principal preocupación de la mayoría de los estadounidenses. Muchos votantes expresaron su frustración por el aumento del coste de la vida, los impuestos, la vivienda y la disminución de los ingresos, afirmando que esperan un liderazgo fuerte que saque al país de la recesión económica. En ese sentido, Trump prometió medidas audaces para fortalecer la economía, como recortar el gasto federal, imponer aranceles a las importaciones y reducir los impuestos. Sin embargo, los economistas advierten de que los planes de Trump de renovar los recortes fiscales que expiran e introducir nuevas exenciones, junto con sus aranceles propuestos, corren el riesgo de alimentar la inflación y podrían aumentar la deuda nacional. Los derechos reproductivos y la inmigración también son temas importantes que desafían a la nueva Administración de Trump. Según los sondeos a pie de urna de los principales estados, la creciente brecha de género cobró protagonismo en las elecciones presidenciales estadounidenses, ya que la mayoría de las mujeres votaron a Harris. En cuanto a la inmigración, las propuestas de Trump de deportar inmigrantes a gran escala han reavivado los debates sobre la legalidad, la ética y las posibles repercusiones sociales de una represión expansiva. Los críticos sostienen que sus estrategias podrían plantear retos fundamentales para los derechos civiles y las obligaciones humanitarias. En la escena internacional, la nueva Administración tendrá que hacer frente a retos como Ucrania y Medio Oriente. El regreso de Trump aporta impredecibilidad a la comunidad internacional, según los medios estadounidenses. “Su primer mandato presidencial (de Trump), definido por guerras comerciales, aislacionismo y un profundo escepticismo hacia la Unión Europea y la OTAN, puede parecer que ofrece un adelanto sobre lo que podría venir en el segundo”, señala un informe de la revista Time. Fin