Joven peruano presencia dulce vínculo transpacífico cultivando arándanos en provincia china de Yunnan
KUNMING, 11 nov (Xinhua) — Aunque el invierno ya se ha apoderado del hemisferio norte, la provincia china de Yunnan, en el suroeste del país, todavía disfruta de un sol brillante y un clima agradable, justo cuando comienza la temporada de cosecha de arándanos. En la ciudad de Mengzi de la prefectura autónoma de etnias hani y yi de Honghe, en la provincia de Yunnan, Marcelo Vergaray, un joven peruano de la generación de los 90, está ocupado en trabajar todos los días en las fincas de arándanos, cuidando con esmero las frutas que considera como “hijas”. Estos arándanos, no solo representan el esfuerzo incesante de Marcelo, sino también testimonian su dulce y profundo vínculo que tiene con China. La ciudad natal de Marcelo es Trujillo, Perú, y él forma parte de la cuarta generación de inmigrantes chinos en ese país, con raíces en la provincia de Guangdong, en el sur de China. Marcelo no está desconectado de la cultura china. Estadísticamente, los descendientes de chinos representan una cierta proporción de la población peruana. Por otro lado, desde muy pequeño, Marcelo ha estado expuesto a las tradiciones familiares y las celebraciones de comunidades con característica chinas. “Me gusta mucho la cultura china. Incluso, cuando era niño, practiqué la danza del dragón y el león, y también me aficionan las artes marciales chinas. Esto y mucho más hizo que yo tenga mucha curiosidad y anhelo por China”, dice Marcelo. En 2015, tras graduarse de la Universidad Nacional Agraria La Molina del Perú, Marcelo conoció Hortifrut, empresa chilena dedicada a la producción de arándanos. Justo en ese momento, Hortifrut estaba preparándose para su proyecto de arándanos en China, donde Marcelo encontraría la oportunidad de viajar al país asiático. Desde entonces, este sueño echó raíz en su corazón. En 2017, a través del programa televisivo “Puente Chino”, una plataforma de intercambio y presentación de la cultura y el idioma chino para extranjeros de todo el mundo, Marcelo pudo llegar a China a estudiar chino en la Universidad Normal de Hebei. Durante este período, aprendió más sobre la cultura china y fortaleció su determinación de construir un futuro en China. Luego, entró al proyecto de Hortifrut, ubicado en la ciudad de Mengzi, y empezó a encargarse de la producción y gestión de arándanos. Marcelo describe Mengzi como un “paraíso de arándanos”. Las condiciones naturales de Mengzi son adecuadas para el cultivo de estas frutas y la temporada de cosecha va desde noviembre hasta junio del año siguiente, lo que justamente coincide con la brecha en el mercado de arándanos nacional e internacional. Aquí, Marcelo y su equipo profesional han aplicado nuevas técnicas de manejo y adaptado variedades de arándanos con mejor la productividad y la calidad para alcanzar los estándares y las demandas del mercado chino. Hoy en día, la industria de arándanos genera ingresos considerables para los agricultores locales, impulsando el desarrollo económico de las zonas rurales de Yunnan. Marcelo ama profundamente los arándanos. “Participo en cada etapa, desde el cultivo hasta la venta de los arándanos. Los considero como hijos, que son hermosos y valiosos”, dice Marcelo. Lo que ha atraído a Marcelo, además del amplio mercado chino, es la maravillosa cultura china. Aprender chino, así como participar en diversas actividades culturales, ocupa mucho de su vida cotidiana. Marcelo estableció su familia con una mujer china en Shanghai y tienen ahora un bebé. Este dulce amor transnacional fortalece aún más su confianza de quedarse en China, y estrecha su vínculo con el país. Su perfil de WeChat, una aplicación de redes sociales popular en China, es una foto de su hijo comiendo arándanos, a quien le llama “el responsable de control de calidad” de las frutas. En el año de 2021, Marcelo se inscribió en el programa de MBA de la Universidad Fudan de Shanghai con motivo de mejorar sus habilidades de gestión. “Necesito más herramientas para llevar mi carrera al siguiente nivel. En el ámbito de agricultura, estas herramientas no deben solo incluir maquinarias y aspectos técnicos, y más importante, conocimientos y métodos avanzados de gestión en la agricultura moderna”, indicó Marcelo. Este año, se graduó del programa de MBA. En los últimos años, China ha tomado muchas medidas favorables para el desarrollo de extranjeros en China, como ofrecer capacitaciones en idioma, organizar actividades de intercambio cultural y publicar apoyo empresarial. Para los jóvenes extranjeros como Marcelo, estas políticas hacen más convenientes su vida y trabajo en el país. Mirando hacia el futuro, Marcelo cree que “la economía de China se está desarrollando rápidamente, lo que genera oportunidades para todos, y mi futuro está en China”. Además, espera contribuir con su propio esfuerzo al intercambio y la cooperación entre China y Perú en el campo agrícola y de comercio. “Amo esta tierra, el abundante sol y la larga temporada de trabajo agrícola, y también estoy muy a gusto con su gente y su pasión por hacer las cosas bien”, afirmó Marcelo. Perú fue uno de los primeros países latinoamericanos en establecer lazos diplomáticos y una asociación estratégica integral con la República Popular China. Además, fue la primera nación latinoamericana en firmar un paquete de acuerdos de libre comercio con China. En las fincas de arándanos de Yunnan, Marcelo está realizando sus proyectos de vida y también es testigo del buen desarrollo de las relaciones amistosas entre Perú y China. Gracias a los esfuerzos conjuntos de empresas chinas y extranjeras, la producción de arándanos de Mengzi en 2023 alcanzará las 22.000 toneladas, con un valor de producción superior a los 2.040 millones de yuanes. “Aunque separados por el océano Pacífico, Perú y China son mi hogar”, dijo Marcelo. Fin