Región china de Xinjiang reporta notables datos de empleo
URUMQI, 16 dic (Xinhua) — La región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, ha creado anualmente un promedio de más de 460.000 nuevos empleos urbanos desde 2012, un logro significativo a pesar del impacto de las sanciones occidentales sobre el llamado “trabajo forzado” en ciertas industrias, según estadísticas del gobierno local publicadas hoy lunes. Un funcionario del gobierno informó en el “Simposio Internacional sobre Empleo y Seguridad Social en Xinjiang”, que se crearon 477.300 nuevos empleos urbanos en los primeros 11 meses de este año. El simposio, celebrado el lunes en la capital regional, Urumqi, atrajo a más de 210 invitados de 44 países, regiones y organizaciones internacionales. Xinjiang prioriza el empleo para los residentes rurales, los graduados universitarios, las personas que enfrentan dificultades laborales y los que recientemente salieron de la pobreza, esforzándose por garantizar oportunidades laborales para todos los trabajadores dispuestos y capaces, al tiempo que ayuda a más de 30.000 personas con problemas de empleo a asegurar empleos cada año, señaló el funcionario. Xinjiang protege los derechos e intereses legítimos de los trabajadores de todos los grupos étnicos de acuerdo con la ley, garantizando que puedan trabajar con libertad, igualdad, seguridad y dignidad, según la misma fuente. En los primeros tres trimestres de este año, el ingreso disponible per cápita de los residentes urbanos creció un 5,2 por ciento interanual y el de los residentes rurales un 8,8 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales. Según los datos publicados, más de 40 empresas de Xinjiang han sido incluidas desde 2018 en la lista de sanciones por el llamado “trabajo forzado”, y la producción y el funcionamiento normales de más de 100 empresas de la región se habían visto interrumpidos por las sanciones occidentales a finales de 2023. A pesar de esto, a través de los incansables esfuerzos tanto del Gobierno como de las empresas, algunas compañías sancionadas han recuperado la vitalidad, abriendo nuevos mercados. Fin