ENFOQUE DE CHINA: Economía de baja altitud de China crece a gran velocidad

NANJING, 19 dic (Xinhua) — Imagine estar de pie en la cima de la Gran Muralla, maravillándose con las vistas panorámicas de las escarpadas montañas, y que en ese momento un dron descienda suavemente para entregar un café recién hecho. Esta no es una escena de una película de ciencia ficción, sino un vistazo a la floreciente economía de baja altitud de China. En Beijing, la primera ruta logística basada en drones ya está en servicio en la sección Badaling de la Gran Muralla. Los excursionistas sedientos que antes tenían que caminar 50 minutos por senderos empinados para comprar una bebida, ahora pueden, con unos pocos toques en sus teléfonos inteligentes, tener un café o una soda en sus manos en solo cinco minutos. Los viajes en helicóptero ya no son exclusivos de las personas ultra ricas. En Shanghai, se han abierto al público múltiples vuelos de pasajeros a baja altitud. Un viaje desde el aeropuerto de Pudong de Shanghai hasta la ciudad de Kunshan, en la vecina provincia de Jiangsu, que demora dos horas en auto, ahora se puede completar en aproximadamente 25 minutos en un “taxi aéreo”. “Al principio me preocupaban las turbulencias, pero el viaje fue muy suave, sin una presión incómoda en los oídos”, relató Ji Xiaojie, un habitante local de Kunshan que recientemente gastó 1.600 yuanes (unos 223 dólares) en un vuelo de este tipo. “Las vistas panorámicas hicieron que fuera una experiencia encantadora, y me gustaría probarlo de nuevo en el futuro”. La economía de baja altitud se refiere a las actividades económicas e industrias centradas en los vehículos aéreos tripulados y no tripulados que operan en el espacio aéreo normalmente a menos de 1.000 metros sobre el suelo. La economía de baja altitud de China está despegando a una velocidad impresionante. La Administración de Aviación Civil de China estima que el mercado de baja altitud del país crecerá desde los 500.000 millones de yuanes registrados en 2023 a 1,5 billones de yuanes en 2025 y hasta 3,5 billones de yuanes en 2035. Este año, por primera vez, el término “economía de baja altitud” se incluyó en Informe sobre la Labor del Gobierno chino, lo que significa un respaldo oficial que ha alentado a numerosas ciudades. China desarrollará la aviación general y la economía de baja altitud, según la resolución adoptada durante la tercerca sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China realizada en julio. Mientras tanto, Beijing, Shanghai, Shenzhen, Suzhou y docenas de otras ciudades han anunciado políticas de apoyo para el desarrollo de la economía de baja altitud. Suzhou, junto con otras cinco ciudades chinas, está preparada para poner a prueba los servicios de vuelo de aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje verticales (eVTOL, siglas en inglés), vehículos que pueden ascender y descender verticalmente como helicópteros sin necesidad de pistas. Estos ensayos, que implican rutas y corredores aéreos designados, se consideran cruciales para la futura estandarización de la aviación de baja altitud. Los gobiernos locales estarán autorizados para el control del espacio aéreo por debajo de los 600 metros, lo que transferirá más responsabilidades regulatorias a las autoridades locales. Suzhou ha forjado un sólido ecosistema industrial para la economía de baja altitud que abarca la investigación y el desarrollo, la fabricación y la aplicación. Este año, la ciudad ha firmado más de 300 proyectos relevantes con una inversión total de más de 90.000 millones de yuanes. En la vecina ciudad de Wuxi, un avión deportivo ligero biplaza desarrollado por la firma húngara Magnus ha surcado recientemente los cielos. Con una autonomía de aproximadamente 1.600 kilómetros con el tanque lleno y una velocidad máxima de 256 kilómetros por hora, ofrece nuevas y emocionantes posibilidades para los viajes aéreos, los rescates de emergencia y el entrenamiento de pilotos. Wuxi tiene casi 160 empresas y 30 fondos de inversión en el sector de baja altitud. También ha abierto 32 rutas de vuelo de baja altitud que se extienden en total a lo largo de 1.320 kilómetros. “La economía de baja altitud es un ‘océano azul’ de oportunidades de negocio”, expresó Gao Yuanyang, director de un centro de investigación de la industria de la aviación general en la Universidad de Beihang. Gao señaló que se está llevando a cabo una implementación sistemática y a largo plazo de la economía de baja altitud en toda China, desde la construcción de infraestructura y el cultivo de un entorno regulatorio hasta la promoción de usos comerciales y la construcción de un sistema industrial integral. Los escenarios de aplicación de la economía de baja altitud se extienden mucho más allá de los desplazamientos y la logística. En las áreas rurales de China, los agricultores están aliviando la carga de las tareas que requieren mucha mano de obra, con drones que se utilizan para fertilizar, rociar pesticidas y sembrar semillas. Los datos del Centro Nacional de Servicios y Extensión Agro-Tecnológica de China muestran que el país ahora cuenta con más de 250.000 drones agrícolas, lo que representa un aumento dramático con respecto a los apenas 695 drones de hace una década. Según Xu Ning, investigador económico de la Universidad de Nanjing, el alcance de la economía de baja altitud se está expandiendo rápidamente, desde el transporte de pasajeros y mercancías y la producción agrícola hasta muchos otros campos, incluidos los viajes de ocio y los servicios médicos de emergencia. “Para aprovechar todo el potencial, las autoridades locales deben adaptar sus estrategias para fomentar más escenarios de aplicación de la economía de baja altitud”, manifestó Xu, y agregó que desarrollar la economía de baja altitud no es una carrera de velocidad de 100 metros, sino una maratón. Fin

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